No me digas que el título del post no es brutal, hace tiempo que quería decir esto y ya encontré la ocasión. Me tomo unas vacaciones blogueras. ¿Por qué? Porque me lo pide este cuerpazo serrano que Dior mi dio.
Últimamente me cuesta mucho escribir, encuentro más interesantes los blogs que leo y comento que el mío, esa es la verdad.
Los últimos post que he escrito los he hecho más por una obligación impuesta por mi que por ganas de contar cosas, y no estoy tampoco muy contenta con lo dicho, para que lo voy a negar.
Así que me lo voy a tomar con calma y voy a dejar de escribir un tiempo. ¿Cúanto? Pues ni idea, oye. Igual en dos días me apetece escribir, o en dos meses... ¡qué sabe nadie!
No me marcho, no estoy pasando ni siquiera un mala época, estoy muy bien... ¡paren de llorar, coño!. Aquí seguiré agazapada, leyendo tu blog, el tuyo también, y el otro, comentándolos, y cuándo tenga algo que decir, lo haré. A pesar de saber que esto es un hasta pronto, que no me voy y que no se cierra esta casa, este lugar en tan importante para mi que me ha entrado un "no sé qué" por la barriga. Así que acabo ya.
Gracias a todos por estar ahí, por seguir y por ser siempre tan cariñosos conmigo.
Me voy un poquito....¡pero volveré!