miércoles, 29 de abril de 2009

HOY QUIERO CONFESAR (2ª PARTE)


Hace un tiempo escribí un post que se titulaba “Hoy quiero confesar”. Si quieres recordarlo, pincha sobre el título.

Entre otras lindezas confesé que una vez voté al PP, ahí es nada, como diría caótico_jq: “pa mear y no echar gota”.

Pues son muchas cosas que me dejé en el tintero y lo dejé pendiente para escribir la segunda parte otro día y no meter todo junto un ladrillazo que solo de verlo, diera pereza leer.

Así que hoy, en un nuevo ataque de egocentrismo, “Hoy quiero confesar” (Vol. 2):

Que me encanta hablar con los contestadores automáticos. No hago distinciones entre fijos o móviles, puedo estar hablando con él (que para mi ya es un ser) un buen rato, incluso dejar silencios imaginando la respuesta de la persona a la que llamo (que siempre tiene que ser de mucha confianza). Pero vamos, que me vuelve loca soltarme un monólogo al aparato.

Solo como con cubiertos de metal que me pesen en las manos. Así, sin más explicación. Un día descubrí que me gustaba comer con utensilios que pesaran un poco y de metal, y hasta hoy.

No he visto “El Rey León”. Cada vez que lo digo la gente alucina, es lo mismo que si dijera: "he matado a un peatón en un paso de cebra a lo Farruquito, al volante de mi Pakirrín y me han pillado las cámaras de Gente". Y me hace tanta gracia esa cara, que no la veré por lo menos en los próximos años.

Soy muy desordenada, y con lo que más me gusta: con mi ropa.

Nunca, jamás de los jamases miro el escaparate de una tienda de animales (ni entro, claro). Tengo fobia a los roedores, tanta que ni he podido ver Stuart Little, y temo encontrarme con algún hamster o similar en el escaparate y ya nunca quitarme esa imagen de la cabeza. Suelo ver “Callejeros” con media cara tapada porque les encanta poner ratas…Vamos, que prefiero una Guerra Civil a un roedor.

Y en un último ataque de divismo (que no sé si esta palabra se puede decir, pero es para no repetir egocentrismo que ya la puse al principio) les pongo esta foto mía que es de hace unos cuantos años.

miércoles, 22 de abril de 2009

SIN FEISBU NO HAY PARAISO


Llevo meses resistiéndome, negándolo, diciendo por activa y por pasiva que no sucumbiría al feisbu (como lo llama Javi, y yo me he enamorado de esta forma tan cañí de renombrarlo).

No he hecho caso al clamor popular, a las peticiones de amigos y familiares. Pasando olímpicamente de frases como la de mi hermana: "Cata, si no estás en el facebook, no eres nadie", de Oliver: "Sin facebook no hay paraíso", de 4denoviembre: "si tuvieras facebook ya habrías visto mi casa entera en fotos".

Tengo esa manía muy arraigada de negarme a algo que todo el mundo adora. No se por qué lo hago, pero me niego a ver un capítulo entero de "Aída", jamás he visto uno de "Los Simpson" ni medio minuto de "Sin tetas no hay paraíso" ni pa ver al Duque de reojo, que pa eso ya tengo el "Cuore". Me pasa con mil cosas, que ahora mismo no recuerdo. No se si es que me encanta soltar ese no rotundo cuando veo la cara de estupor de alguien que me pregunta atónito: ¿ en serio que nunca has...?, por joder (que será a mi misma, porque al resto de los mortales les dará igual lo que vea o lo que hago) o simplemente por llevar la contraria. Ni idea, pero así soy.

Pues con el feisbu no he podido (o no he querido). Me lo creé el sábado de Semana Santa, aburrida como una ostra de no hacer nada y harta de mi hermana, que cuando quiere es muy coñazo, diciéndome: "Cata, ¿te quieres hacer el puto facebook ya?"

Y el feisbu entró en mi vida, y las dos horas ya me había encontrado una amiga del cole que hacía años que no sabía de ella. Me alegré mucho, la verdad. A las tres horas me localiza otra compañera del colegio con la que a penas me hablaba, que ahora está reconvertida en mística, con miles de fotos en las que aparece con alas muy en plan elfo o con coronas de espinas (sin comentarios), y que habla en inglés. Ya ahí, pensé, ¿pa que me metí yo en este embolao, con lo a gusto que estoy yo con mi blog?

Luego empezó a aparecer mi pasado a borbotones, gente que ni me acordaba de su existencia y miles de amigas que se casan, que tienen hijos y que me recuerdan a menudo que no voy a poner un pie en Pronovias (por el momento) y ellas si.

Empiezo a descubrir que te puedes unir a grupos o hacerte fan de gente como el indecente de Oliver que es fan de Sonia Monroy y te lo cuenta super orgulloso. En el feisbu hay grupos de lo inimaginable. Mi hermana es del grupo "Odio a la gente que se hace fotos delante de los espejos", y ahora, como no hay, quiere crear uno que se llame "Odio a la gente que se hace fotos mirando para el techo y con la boca entreabierta".

En serio el feisbu es brutal. Yo me he hecho del grupo de "Condones para el Papa", que propone recibir al Papa con una lluvia de condones en sus viajes, me voy a hacer de uno muy gracioso que se llama "Plataforma para que Belén Estéban se saque el Graduado Escolar" y le he enviado una solicitud para ver si Nati Abascal quiere ser mi amiga, pero no me ha contestado...¿Ella no quería a todo el mundo cuando se jalaba cuatro copazos?

En fin, enganchada al feisbu hasta que alguien más se case, aparezca esa parte de mi pasado que no queremos recordar, o me haga una foto frente a un espejo. Y entonces, lo mandaré al carajo.

miércoles, 15 de abril de 2009

A DIETA Y SIN GRACIA


Si, estoy a dieta, y seguro que la primera pregunta que se te viene a la mente es un un por qué del tamaño de Brasil. Con el cuerpazo que tengo y mi estilizada figura, ¿qué necesidad tengo?. Pues que no me servían unos pantalones de hace años, que llevo años poniéndome y que quiero seguir usando durante muchos años más. Y porque quiero conservar mi talla 38 (36 en H&M, que me encanta decir esto) básicamente porque no tengo dinero para cambiar todo mi extenso vestuario. Y se acerca el verano, y me encanta comer, la cerveza (que me saldría más rentable abrirme una vía y llevar un suero de Heineken todo el mes de julio y agosto) y mejor el ramadán de alimentos y bebidas ahora que después.

Mi dieta es como yo: perfecta (que de autoestima ando sobrada). Desayuno mucho, que por la mañana es cuando más hambre tengo, me como un sandwich de pavo con lechuga y un pelín de mahonesa que es a penas perceptible, pa darle un poco de gracia, que no hay nada más triste que la vida sin mahonesa.
Almuerzo carne o pescado con ensalada y cada dos o tres bocados digo un sonoro ummmmm para animarme. Mis compañeras de mesa flipan porque parece que me estoy comiendo una hamburguesa con papas fritas, que es en lo que pienso realmente. Eso de que todo está en la mente, es verdad.

Ceno espárragos con atún, o como hoy, pimiento verde asado con una tortilla francesa. Y en esta semana ya van dos días en los que me meto en la cama a las 9.30 del hambre que tengo. ¿Te has acostado alguna vez pa no pasar hambre? Dime que si, por Dior, necesito comprensión.
Tengo una amiga que me contó que un compañero suyo de trabajo, cenaba todas las noches una manzana y un trankimazín para no despertarse del hambre. Me hizo mucha gracia, pero a mi el hambre no me despierta, pero si me pone de mala leche.

La muestra este post, que no tiene ni pizca de gracia, porque sé que voy a alcanzar la belleza suprema, que estoy comiendo más sano que nunca y que seré la envidia de mis enemigas, pero estoy perdiendo todo mi salero....


Prometo volver, flaca como Katte Moss y divertida como la Cata de antaño.

martes, 7 de abril de 2009

MI FAMILIA


Mi familia es tan peculiar y almodovariana que muchas veces pienso que demasiado normal he salido yo, pa lo que he visto en mi casa.

Mi madre.-
Ella no te da un beso, no te dice que te quiere, ni te da un abrazo....mi madre demuestra todo eso llenándote un táper de croquetas, haciéndote una tarta de chocolate, unos aguacates rellenos y cualquier cosa culinaria que se te pase por la imaginación.

Tiene un vocabulario único y especial. Todos nos hemos surtido de él y lo vamos propagando por el mundo. Mi madre te llama aborto (o aborto de la naturaleza), cabra, atrofio, cuadro, o mueble. Te puede llamar todo eso en una misma frase. Lo voy a intentar a ver si me sale: "¡Aborto! Mira cabra, estás hecha un cuadro, que no se nada de ti...¿serás mueble? ¿Cata? Igual que siempre: un afrofio".
Mucha gente que nos escucha hablando en casa, no se entera de nada porque es un idioma que a los extraños puede resultar tan difícil como el chino.

Mi madre también tiene otra gran peculiaridad. Receta sin ser médico. Sabe tanto de medicamentos y de enfermedades, debido a que es hipocondriaca, que desde pequeña recuerdo como amigas suyas llamaban a casa para que mi madre les recetara. El colmo es la anécdota que cuenta mi suegra (médico desde hace 15 años) entre sus amistades. Cuando su hijo, Mi Príncipe, se enferma, llama a mi madre en vez de a ella para ver que se toma...Increible pero cierto, doy .

Mi hermana.-
Otro personaje. Serieadicta (capaz de pasarse un número de horas indecentes viendo capítulos de las millones de series sin las que no puede vivir). Lleva siempre trankimazines en el coche. Un día le pregunté por qué y me contestó: "son por si choco. Si alguna vez me pasa algo con el coche, tendré un accidente más un ataque de ansiedad, pues con el tranki me quito una cosa de encima, ¿entiendes mórtimer?" He aquí otra palabreja que se usamos a diario. Recuerdo cuando Oliver se incorporó a nuestrá familia (como novio de Pablo, mi archiconocido M.A.G.) y le pregundó a Pablo: "¿qué es exactamente mortimer? ¿quién puede ser mortimer?" Mi Pol le contestó con un rotundo y certero: "Mortimer puee ser todo el mundo. Somos tú, yo...todos".

Hermanísima (que ese es su nick en mi blog, que acompaña como no, con una foto de su pie) nunca hace cosas, nunca hace recados, nunca sale a comprar....siempre que hace algo está "realizando gestiones".

Mi padre.-
El patriarca tiene tanta miga... Seguramente es a quien más me parezco...¿Cómo definirlo? Culto, pijo, sibarita, madridista, seductor, moderno, rojo, generoso, lector empedernido y....¡amante de la prensa rosa!

Capaz de llamarme al trabajo para decirme que Ruiz Zafón sacó nueva novela o para comentar la separación Cahuli-Pantoja.
Ese hombre que el día en que murió Rocío Jurado llamó al trabajo para decir que estaba enfermo y "quemar el mando" como él mismo me dijo, para no perderse detalle.
O que me despertó para darme la noticia de la muerte de Carmina Ordóñez y verme el careto que se me quedó. O el que me llamaba para preguntarme el teléfono para echar a María José Galera de Gran Hermano 1 y llamar desde su oficina. Recuerdo su frase, tan humilde, almorzando en un restaurante de lujo: "hija, yo se que hay una vida más barata que esta, pero no me gusta".
Mi padre, no se pierde una: fue a Madrid a ver a "Los Rolling Stone" a "Paul McCartney", a un partido de la Selección a Suecia este verano, vino conmigo a un concierto de "Rahapel" (cuando nadie quería acompañarme). Y su próximo plan es ir a Barcelona a ver torear a José Tomás.


En fin, que después de todo lo dicho ( y lo que no cuento, que es mucho) bastante normal salí, ¿no?