jueves, 27 de agosto de 2009

Y YO CON ESTOS PELOS...


Portadón de La Pantoja en "Hola" (muerta me quedé), "Gran Hermano" empieza el domingo 6 de Septiembre, estoy enganchada a la granja del feisbu (de este tema no puedo hablar, me han vetado...¡a mi!) se acaba el mes de agosto, tengo un año más y aun no empieza la jornada de mañana y tarde en el trabajo pa dejar de ver Sálvame (o Válgame) y desintoxicarme de algo que me está haciendo peor persona de lo que ya soy... ¡Y yo con estoy pelos!

Estoy de medio vacaciones blogueras, bueno más bien la inspiración se las ha tomado por mi, por si no se había notado...

Bueno, el caso es que algo tengo que escribir pa que no parezca que soy la egocéntrica que en realidad soy, dejando por los siglos de los siglos un post con la fecha de mi cumpleaños, como si quisiera darme un baño de masas (que lo quería)

No, que yo no soy así, que soy una chica sencilla y humilde (jaja)

Para aquellos que no lo sepan, yo soy carne de GH. Y no porque quiera entrar en la casa. Nunca lo quise, siempre dije que me sacarían a las 4 horas con un ataque de ansiedad, sino porque el reality me absorbe, me posee y dejo de ser yo para convertirme en una mega-fan-friki-total.
La historia siempre es la misma. Al principio renegaré, empezaré diciendo eso de "nada podrá igualar al del año pasado, bla, bla, bla" Y terminaré hasta votando por el móvil....Si, lo confieso. Voté para quitar a Mirentxu y a Julito el de casa el de siempre de los fogones y para que ganara Iván en GH10. Es lo que hay...

Y poco más tengo que decir. Me lo estoy tomando con calma, en escribir y en comentar otros blogs. Y luego me tendré que pegar los atracones a leer montones de post seguidos porque no soporto perderme nada de los blogs que llenan mi vida cibernética, que es mi propia vida ya.


Besos a todos y gracias por las felicitaciones cumpleañeras.

domingo, 23 de agosto de 2009

33


Nunca me gustó, desde pequeña me nació de no sé dónde un rechazo a mi cumpleaños que seguramente procede de algún trauma infantil o de vivencias traumáticas en vidas pasadas. Ni idea, ¡oye! Recuerdo que con cuando cumplí los 18 mis amigas me hicieron una fiesta sorpresa en mi casa, porque sabían que sino no lo celebraba.

Lo cierto es que anoche me acosté a las cinco de la madrugada. Chupitos, gin-tonics, más chupitos y cervezas pa terminar. Y hoy entre el resacón y mi cumple me levanté hundida. De esos días en que sientes que "pa qué vivir" (si, soy super dramática, lo sé)

El día empezó a animarse cuando Mi Príncipe llegó a la cama y me dijo: "el primer regalo es un fin de semana en el hotel que quieras, de esos de pulsera a todo trapo, el primer fin de semana de septiembre". Bueeeeeeeeno, vaaaaaaaale, el día pintaba medio bien, pero yo seguía con mi medio depre-cumpleañera.

Me levanto, desayunamos y los regalos: pendientazos y reloj Donna Karan, que casi me desmayo porque el reloj es "yo en reloj", vamos que quien lo diseño me conoce (o me conoció en otra vida)
Total, pa casa de mis padres que nos fuimos... Yo tengo la teoría de que mi madre (conocedora de mis depres cumpleañeras) para que no me deprima mucho, me compró ropa pa parar un tren, mi padre tarjetazo regalo del Corte Inglés, ¿hay algo mejor qué eso? y un ramo de flores del tamañno de Brasil.
Hermanísima unas pulseras monísimas y una camisa que mañana mismo me la encasqueto....¡¡brutal!!
Al segundo regalo de mi madre que abrí se me había ido la depre ya. Osea, que es más cuento que otra cosa. O eso, o que con dos trapos se me va to.

Almuerzo familar, llamadas, mensajes, comentarios en el blog, mails, más llamadas. Así que oye, no ha estado mal.

Solo espero (recuerden mi obseción con que la muerte me espera en cada esquina que lo expliqué aquí el año pasado) no acabar crucificada como Jesucristo a los 33.

miércoles, 12 de agosto de 2009

LA DOCTORA QUINN


Antes de comenzar este relato quiero advertir, para no herir sensibilidades, que mi madre no tuvo nada que ver en la muerte de Michael Jackson.
Ella, como ya expliqué en otra ocasión en que relaté a mi familia (pincha aquí si quieres recordarlo, que sino te pierdes) receta a amigos y familiares sin ser médico, pero lo hace con un acierto tal que hasta los propios médicos le consultan.

Mi madre puso en auge durante unos años una modalidad que muchas amigas suyas pusieron en práctica (como la abuela de Victoria, que no doy su nombre para no ser culpable de su divorcio) que consistía en vaciar los antigripales si mi progenitor se enfermaba en épocas navideñas y así evitar vestirse de gala, maquillarse y exponerse a la opinión de La Palma, siempre cruel cuando se trata de competir en belleza, en donde primero te hacen una radiografía de arriba a abajo y luego te felicitan el año.

Fueron varios los años en que mi padre se constipó días previos a Año Nuevo y mi madre solo se limitó a darle las pequeñas cápsulas vacías que hacían un efecto nulo en el estado gripal de mi padre (a su favor recuerdo que las enfermedades de los hombres nunca son ni la mitad de graves que en las mujeres y siempre tienen un porcentaje elevadídimo de cuento chino) y así quedarse en casa viendo a Martes y Trece o los musicales lamentables de José Luis Moreno... ¿qué hay de malo en eso?
No solo lo hacía, sino que además lo contaba, incluso a él, a toro pasado. Y así sus amigas se fueron contagiando de esa nueva modalidad a la que podríamos titular: "por un mundo sin Fin de Año en la calle" y hubo alguna (mi madre nooooo....bueno, no me atrevería a jurarlo) que pasó de eso a vaciar el contenido de alguna cápsula de tranksilium en el café con leche lo que provocaba una somnolencia tal, que lo menos que le apetecía a los caballeros era ponerse de tiros largos. Mejor pijama y a la cama.

Ella siempre recetó. Lo hace aun hoy con Mi Príncipe, que hace unas semanas le contaba su dolor lumbar como si estuviera hablando con su médico de cabecera. Esto carecería de importancia si pasamos por alto el detalle de que la madre de mi Principito es médico, y acepta resignada que su hijo pida ayuda médica a mi madre antes que a ella.
Parece fuerte, pero es así. Mi madre es capaz de diagnosticarte una enfermedad con un margen de error cero. Nunca estudió medicina pero sabe tanto de medicamentos que es la mejor médico del mundo.

Hace unos días en el almuerzo le decía a mi padre, con toda la soltura del mundo y el bagaje de su ¿profesión? que no ve normal que con el azúcar que tiene se tome media pastilla, que según ella se debería tomar una entera por la mañana y otra por la noche en lugar de la mitad. Al final de su diagnóstico apostillaba un "pero vete al médico a ver que te dice". Él ponía cara de: "iré, pero me dirá lo mismo que me dices tú, como siempre".

Lo peor (o lo mejor) es que si la oyes hablar, te la crees y terminas teniendo fe en ella como si tuvieras delante al Doctor Beltrán.

jueves, 6 de agosto de 2009

MIS MANOLOS


Si, son míos. No ponen ni Manolo Vlanik, ni Blanick....son unos Manolo Blahnik de los de verdad. A ver cuantas comentan el blog y me ponen que tienen unos Manolos, eh?

El sueño de toda mujer. Y encima son regalados.

Muchos estarán pensando que Mi Príncipe se ha estirado, que me ha pedido matrimonio con esta maravilla, pero no, no ha sido él. Son míos por algo mucho más mundano, más de andar por casa, más vulgar.

Tengo unos Manolos gracias a un juanete.

En mis vacaciones nos fuimos unos dias a La Palma. Hicimos una visita a María, la tía de Mi Principito y amiga, amiguísima (por no decir que su mejor amiga) del palmero más universal.

María tiene la casa más bonita que he visto nunca, con un jardín impresionante y "decorado por Manolo", como nos dijo.
Me impresionó la luz, la decoración del interior, los muebles, el blanco predominante, pero con lo que me quedé Muerta Chávarri fue con el vestidor.

Cuando me enseñó su zapatera repleta de Manolos en todos los colores y formas, casi me desmayo. Tenía el mismo modelo en todos los colores. Hechos todos a su medida, perfectamente colocados. Él se los envía todos los años. Solo vi los de verano, porque no le caben y tiene que guardar los de la temporada anterior.

Comprobé lo que ya sabía, que calza un 36 como yo. En seguida se lo hice saber y me contestó con un "uf Cata, pues entonces estás salvada". Pensé decirle en ese mismo instante que se acordara de mi cuando hiciera testamento, que no todo el mundo tiene un pie tan pequeño... Pero eso sería como mandarle un mensaje oculto diciendo: a ver si la palmas y heredo todos estos Manolos. Así que para que no me mal interpretara, me callé...

Sentados en la terraza, rato después de la imagen del vestidor, me preguntó: "Cata, ¿tú tienes juanetes?" Yo, horrorizada estuve a punto de decirle: ¿tengo pinta yo de tener ahora o en un futuro algún juanete? Pero no dije nada y me limité a contestar un "no". Su siguiente frase me dejó paralizada durante unos segundos: "voy a buscarte unos zapatos que no me puedo poner porque me molestan en el juanete y te los llevas, están sin estrenar aunque no son muy bonitos".

Cinco minutos, diez, quince y María que no aparecía. Y yo, que creo en el destino y en la palabra de Nuriaber por encima de todo, entré a la casa para gritarle: "¡déjalo María, si no los encontraste ya, es que no estaban pa mi". Ella siguió buscando.

Al rato apareció, con una bolsa blanca con letras negras que ponían Manolo Blahnik... Casi lloro antes de abrirla.
Y los vi, esperándome...
No eran los Manolos que una sueña, con taconazo, espectaculares. Sino unas sencillas manoletinas en color cámel. Pero yo ya los quería, ya formaban parte de mi para toda la life.

Le di las gracias varias veces, diciéndole entre otras cosas que eran mis primeros Manolos y posiblemente los últimos.

Y ahí los tengo, aun no me los he puesto. Cuando lo haga se me caerán en repetidas ocasiones para que el mundo pueda leer esas dos palabras mágicas que dormitarán bajo la planta de mis pies: Manolo Blahnik.